Hay una gran cantidad de niños y niñas que nacen a los siete u ocho meses, estos bebés necesitan cuidados especiales y no solo estamos hablando de aspectos médicos, sino también emocionales.
Los bebés prematuros son más vulnerables, sus cuerpos tardan más en desarrollarse y necesitan calor para sentirse como si estuvieran en el útero. Aunque las incubadoras ayudan, es mejor tener calor humano porque ninguna máquina puede reemplazar ese sentimiento de amor y seguridad transmitido por la madre que es vital para el desarrollo humano.
Los padres se sienten mejor sabiendo que, incluso cuando no pueden estar ahí, hay alguien que está meciendo y abrazando a su bebé. —Mary Ann Malloy, jefa de enfermería de la unidad de cuidados intensivos neonatales.
Conscientes de que sus padres no pueden estar con ellos las 24 horas del día, los 7 días de la semana, debido a su trabajo o porque tienen más hijos, los voluntarios del Hospital General Saint Boniface en Canadá están buscando voluntarios para abrazar Bebés.
El lugar ya cuenta con el apoyo de 350 personas que donaron más de 50,000 horas de abrazos a esta noble causa.
Un abrazo estimula la liberación de 0xitocina, también conocida como la «h0rmona del am0r», que produce un estado de bienestar.
Como resultado, los abrazos y el contacto físico permiten que los bebés se recuperen rápidamente y sin tener que proporcionar grandes cantidades de medicamentos.
Pero no solo los bebés prematuros reciben abrazos. Los niños que padecen el síndrome de abstin3ncia neonatal (SAN) porque sus madres usaron drogas durante el embarazo también se sienten cons0lados con el poder de un abrazo.
“Necesitan sentir afecto, amor y un abrazo que los haga sentir amados. Te sientes impotente cuando ves bebés inconsolables y solitarios, pero con la ayuda de voluntarios, nos ayudan a sanar sus corazones y brindarles seguridad. Dijo la enfermera.