Para nadie es secreto que las madres son quienes regularmente se entienden y preocupan más por los hijos y que, por ende, la figura del padre queda en un segundo término.
Los hijos, al crecer, no escuchan ni obedecen al padre, más bien lo ignoran, no lo consideran ni lo tienen presente en sus vidas de adolescentes y adultos, cosa que es en verdad triste y lamentable.
¿Cómo evitar que esto suceda? ¿Qué podemos hacer para que la relación de nuestros hijos con su padre se fortalezca y perdure? Este artículo tiene como finalidad darle al padre de tus hijos cinco principios para que los ponga en práctica tan pronto lea este artículo, así que si es necesario, léelo en voz alta con él o para él, o envíaselo a su correo, porque a los dos les será de gran utilidad. ¡Así que, vamos a trabajar!:
Humildad vs orgullo
Conforme crecemos y somos adultos nos volvemos más complejos, exigentes y soberbios.
Criar hijos, contrariamente, requiere de mucha humildad, de reconocer que en este aspecto de la vida ignoramos casi todo; por lo tanto, la titánica labor de ser padre requerirá de nuestra capacidad de aceptar que debemos ser enseñados por otros y, principalmente, por nuestros propios hijos.
Interés real
Lo más triste en la paternidad es darse cuenta de que a un padre simplemente no le interesan sus hijos. Pero permíteme decirte que el desinterés no aparece de un día para otro, se va dando lentamente y enfría el corazón poco a poco.
Si percibes que tu esposo se está distanciando de los niños, es importante que ambos, como matrimonio, desarrollen actividades y creen momentos específicos para establecer relaciones afectivas efectivas entre todos los miembros de la familia y especialmente entre el padre con cada uno de sus hijos.
Virtud inteligente para usar el tiempo
Como un simple ejercicio, escriba en su calendario el tiempo que le dio a cada niño y familia, y puede que se sorprenda
Amar a la madre de sus hijos
De las pocas cosas que tienen un impacto profundo en la mente y el corazón de los hijos es saber que sus padres se aman, esto es una fuente inagotable de seguridad y confianza que con nada en el mundo se compara.
Un padre que ama a sus hijos siempre mostrará respeto por su madre, aunque ella ya no sea su esposa.