Todos lo hacemos: cocinamos la pasta tiramos el agua tras escurrirla. Un reflejo diario pero que es un verdadero error. En efecto, el agua de la pasta es muy útil.
Pasta cremosa
En la cocina italiana, solemos conservar el agua de la pasta para ligarla a la salsa. Una vez que la pasta esté cocida, escúrrela justo encima de un recipiente pequeño o toma unos cuantos cucharones antes de tirar el agua.
Vuelve a colocar la pasta en la sartén, añade la salsa de tu elección y vierte un poco de agua de cocción, el equivalente a un cucharón según las cantidades. Revuelve bien para que el agua cubra toda la pasta con la salsa. El resultado será más cremoso y fluido, una delicia.
Este consejo funciona muy bien con todo tipo de salsas, carbonara, crema, boloñesa, pasta de mariscos, etc.
Agua y pesto
Para salsas de hierbas como el pesto, ten cuidado de no poner agua demasiado caliente, ya que esto puede quemar las hierbas y darles un sabor amargo. También puedes mezclar un poco del agua de cocción de la pasta con el pesto para extenderlo.
Y todo lo que tendrás que hacer será disfrutar de tu pasta con queso parmesano.